Reseña
Hermano con esteroides del Impreza, el WRX utiliza el mismo motor Boxer, un reparto de tracción a las cuatro ruedas, pero gracias la magia del turbo y de la ingeniería se transforma en un auténtico buscapié. Guardabarros ensanchados y tomas de aire adicionales son parte del repertorio estético que respalda estéticamente las prestaciones de este bólido nipón.